viernes, 3 de septiembre de 2010

Lección 10 Para el 4 de septiembre de 2010: Redención para judíos y gentiles



“De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece” (Rom. 9:18).


Esta semana entramos en un terreno complicado, hablamos de predestinación, de destino o como se suele decir "ya todo el trigo está comprado" aún más en Romanos 9:13,15 expresa: “Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. [...] Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca”.

Durante esta semana la lección busca el que tengamos más claro el concepto de libertad de elección.
El domingo nos abre las puertas con un texto dirigido al pueblo de Dios, en Éxodo 19:6 nos dice: “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.

Dios está dando un marco diferencial al pueblo de Dios, con una misión diferencial y un objetivo final diferencial. La posibilidad o necesidad de transmitir un mensaje de reconciliación pasa por la búsqueda de un pueblo que viva conforme a la voluntad de Dios en contraste con un pueblo que vive conforme a la voluntad de Satanás. El pueblo de Dios debe rescatar de las garras de Satanás a toda criatura que desee salir de ese reinado. Por eso lo que expresa el autor en el domingo cuando dice "Dios necesitaba un pueblo misionero para evangelizar un mundo sumergido en el paganismo"

Si leemos Romanos 9:1-12 nos encontramos con una argumentación del apóstol Pablo en relación a las promesas, y que esas promesas fueron establecidas desde antes de que nacieran los ejecutores de la misma. Quiero mostrarnos Pablo que las promesas continuarían a pesar de las decisiones que el ser humano iba a tomar. El proceso según la escuela sabática es el siguiente:

1) Dios no eligió a toda la simiente de Abraham para hacer su pacto, solo a la línea de Isaac.
2) No eligió a todos los descendientes de Isaac, solo a los de Jacob.

Pablo muestra que la salvación no se garantiza por alineación parental, sino por aceptación de Cristo, como dice en Romanos 9:8 por aceptar la promesa del Salvador.

“Se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Rom. 9:12, 13).

Complicado es entender que Dios "aborrece", es cierto que el concepto de aborrecer que tenemos hoy y que se implementa en nuestra mente es el de "hacer desaparecer en todos los sentidos a una persona del ámbito cercano" es como se suele decir: "ya no eres más mi hijo" expresiones que denota rechazo pleno a otra persona.

Aquí aborrecer, en la acción de Dios es "desechar" de un plan establecido, pero no porque Dios no quiera a Esaú, sino porque Esaú valoró más sus pretenciones que el significado de ser primogénito y del patriarcado de su familia. Dios escogió a lo más débil para un propósito, el propósito se cumpliría, pero Dios no iba a obligar a Esaú a cumplir con el propósito, sino que la Omnisapiencia de Dios expresada en la Biblia mostraba las acciones negligentes de Esaú y su rechazo de la primogenitura.

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isa. 55:8, 9). Este texto bíblico es el que menciona el día martes, para expresar el gran misterio.

Lee Romanos 9:17 al 24. Por lo que hemos leído hasta ahora, ¿cómo entendemos el punto que Pablo presenta aquí?

Todo estos versos se resume hoy en un mensaje claro, no somos nosotros los que le tenemos que decir a Dios como debe actuar, Dios actúa como Él quiere y hace lo que Él quiere, no queramos cuestionar a Dios para que haga lo que nosotros queremos.

Ahora bien nosotros podemos cuestionarnos: ¿Cómo endureció Dios el corazón del faraón? la explicación la debemos ver en el contexto en el que el faraón vivió, y que representaba el faraón en Egipto, era un dios en la tierra, el hijo de Ra, y ver que alguien le cuestionaba su autoridad divina hizo que se revelara contra ese cuestionamiento y de esa forma se endureció su corazón, no es que Dios le diera las ideas de como debía endurecerce, ya existía en su razonamiento el que un Dios no podía usurpar su estatus de dios.

Me gustaría dejar los comentarios del viernes integro, ya que la pluma inspirada llega hasta nuestro días.

“Hallamos una sola predestinación en la Palabra de Dios, de individuos y de un pueblo, a saber, que el hombre está predestinado a ser salvo. Muchos han mirado hacia el final, pensando que estaban seguramente predestinados para gozar de la bienaventuranza celestial; pero ésta no es la predestinación que revela la Biblia. El hombre está predestinado a ocuparse en su propia salvación con temor y temblor. Está predestinado a ponerse la armadura, para pelear la buena batalla de la fe. [...] Está predestinado a velar y orar, para escudriñar las Escrituras [...] Está predestinado a ser obediente a toda palabra que sale de la boca de Dios, para que pueda ser no sólo oidor, sino hacedor de la Palabra. Esta es la predestinación bíblica” (TM 453, 454).

“Ninguna mente finita puede comprender plenamente el carácter o las obras del Ser infinito. No podemos descubrir a Dios por medio de la investigación. Para las mentes más fuertes y mejor cultivadas, lo mismo que para las más débiles e ignorantes, el Ser santo debe permanecer rodeado de misterio. [...] Podemos comprender lo suficiente de su trato con nosotros para descubrir una misericordia ilimitada unida a un poder infinito. Podemos comprender, de sus propósitos, lo que seamos capaces de asimilar; más allá de esto, debemos confiar en la mano omnipotente, en el corazón lleno de amor” (Ed 169).