viernes, 3 de septiembre de 2010

Lección 10 Para el 4 de septiembre de 2010: Redención para judíos y gentiles



“De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece” (Rom. 9:18).


Esta semana entramos en un terreno complicado, hablamos de predestinación, de destino o como se suele decir "ya todo el trigo está comprado" aún más en Romanos 9:13,15 expresa: “Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. [...] Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca”.

Durante esta semana la lección busca el que tengamos más claro el concepto de libertad de elección.
El domingo nos abre las puertas con un texto dirigido al pueblo de Dios, en Éxodo 19:6 nos dice: “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.

Dios está dando un marco diferencial al pueblo de Dios, con una misión diferencial y un objetivo final diferencial. La posibilidad o necesidad de transmitir un mensaje de reconciliación pasa por la búsqueda de un pueblo que viva conforme a la voluntad de Dios en contraste con un pueblo que vive conforme a la voluntad de Satanás. El pueblo de Dios debe rescatar de las garras de Satanás a toda criatura que desee salir de ese reinado. Por eso lo que expresa el autor en el domingo cuando dice "Dios necesitaba un pueblo misionero para evangelizar un mundo sumergido en el paganismo"

Si leemos Romanos 9:1-12 nos encontramos con una argumentación del apóstol Pablo en relación a las promesas, y que esas promesas fueron establecidas desde antes de que nacieran los ejecutores de la misma. Quiero mostrarnos Pablo que las promesas continuarían a pesar de las decisiones que el ser humano iba a tomar. El proceso según la escuela sabática es el siguiente:

1) Dios no eligió a toda la simiente de Abraham para hacer su pacto, solo a la línea de Isaac.
2) No eligió a todos los descendientes de Isaac, solo a los de Jacob.

Pablo muestra que la salvación no se garantiza por alineación parental, sino por aceptación de Cristo, como dice en Romanos 9:8 por aceptar la promesa del Salvador.

“Se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Rom. 9:12, 13).

Complicado es entender que Dios "aborrece", es cierto que el concepto de aborrecer que tenemos hoy y que se implementa en nuestra mente es el de "hacer desaparecer en todos los sentidos a una persona del ámbito cercano" es como se suele decir: "ya no eres más mi hijo" expresiones que denota rechazo pleno a otra persona.

Aquí aborrecer, en la acción de Dios es "desechar" de un plan establecido, pero no porque Dios no quiera a Esaú, sino porque Esaú valoró más sus pretenciones que el significado de ser primogénito y del patriarcado de su familia. Dios escogió a lo más débil para un propósito, el propósito se cumpliría, pero Dios no iba a obligar a Esaú a cumplir con el propósito, sino que la Omnisapiencia de Dios expresada en la Biblia mostraba las acciones negligentes de Esaú y su rechazo de la primogenitura.

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isa. 55:8, 9). Este texto bíblico es el que menciona el día martes, para expresar el gran misterio.

Lee Romanos 9:17 al 24. Por lo que hemos leído hasta ahora, ¿cómo entendemos el punto que Pablo presenta aquí?

Todo estos versos se resume hoy en un mensaje claro, no somos nosotros los que le tenemos que decir a Dios como debe actuar, Dios actúa como Él quiere y hace lo que Él quiere, no queramos cuestionar a Dios para que haga lo que nosotros queremos.

Ahora bien nosotros podemos cuestionarnos: ¿Cómo endureció Dios el corazón del faraón? la explicación la debemos ver en el contexto en el que el faraón vivió, y que representaba el faraón en Egipto, era un dios en la tierra, el hijo de Ra, y ver que alguien le cuestionaba su autoridad divina hizo que se revelara contra ese cuestionamiento y de esa forma se endureció su corazón, no es que Dios le diera las ideas de como debía endurecerce, ya existía en su razonamiento el que un Dios no podía usurpar su estatus de dios.

Me gustaría dejar los comentarios del viernes integro, ya que la pluma inspirada llega hasta nuestro días.

“Hallamos una sola predestinación en la Palabra de Dios, de individuos y de un pueblo, a saber, que el hombre está predestinado a ser salvo. Muchos han mirado hacia el final, pensando que estaban seguramente predestinados para gozar de la bienaventuranza celestial; pero ésta no es la predestinación que revela la Biblia. El hombre está predestinado a ocuparse en su propia salvación con temor y temblor. Está predestinado a ponerse la armadura, para pelear la buena batalla de la fe. [...] Está predestinado a velar y orar, para escudriñar las Escrituras [...] Está predestinado a ser obediente a toda palabra que sale de la boca de Dios, para que pueda ser no sólo oidor, sino hacedor de la Palabra. Esta es la predestinación bíblica” (TM 453, 454).

“Ninguna mente finita puede comprender plenamente el carácter o las obras del Ser infinito. No podemos descubrir a Dios por medio de la investigación. Para las mentes más fuertes y mejor cultivadas, lo mismo que para las más débiles e ignorantes, el Ser santo debe permanecer rodeado de misterio. [...] Podemos comprender lo suficiente de su trato con nosotros para descubrir una misericordia ilimitada unida a un poder infinito. Podemos comprender, de sus propósitos, lo que seamos capaces de asimilar; más allá de esto, debemos confiar en la mano omnipotente, en el corazón lleno de amor” (Ed 169).

martes, 24 de agosto de 2010

Lección 9 Para el 28 de agosto de 2010: Libertad en Cristo



“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Rom. 8:1).

La liberación de la esclavitud del pecado está en la persona de Cristo y los que quieren ser liberados de esa esclavitud deben estar en Cristo, la razón de estar en Cristo libera del pecado de la carne y nos transforma para vivir conforme al Espíritu Santo.

Es acertado el comentario de la lección cuando declara "Pablo dice que si no aceptas a Jesús, la experiencia de Romanos 7 será tuya: esclavo del pecado; y no podrás hacer lo que eliges. Romanos 8 dice que Cristo Jesús ofrece librarte del pecado y te permite hacer el bien que quieres pero que tu carne no te permite."

La buena nueva que quiere transmitir el apóstol Pablo es que aquella persona que está en Cristo, es decir que se impregna de la persona de Cristo por todos los costados, sin dejar fisura a la duda, esa persona no tiene ninguna condenación ( Romanos 8:1) la razón es obvia, Cristo lo ha liberado, en contraste con aquel que duda de Cristo o no se entrega plenamente a Él.

En Romanos 8:2 nos habla de la importancia de la ley del Espíritu de vida que es en Jesús, por lo que muestra un estilo totalmente de vivir la misma ley, ya que la ley no cambia, un estilo diferente al que aparece en el capítulo 7 que reflejaba solo el pecado. Aquí muestra al dueño de la ley y la intensionalidad de la misma.

Es interesante el comentario de Ellen White en el Deseado: “Todo aquel que rehúsa entregarse a Dios está bajo el dominio de otro poder. No es su propio dueño. Puede hablar de libertad, pero está en la más abyecta esclavitud. [...] Mientras se lisonjea de estar siguiendo los dictados de su propio juicio, obedece la voluntad del príncipe de las tinieblas. Cristo vino para romper las cadenas de la esclavitud del pecado para el alma” (DTG 431).

Obviamente la ley sin el dador de ella, por sí sola no puede cambiar nuestra condición, solo puede hacer que seamos seres con una moral específica pero nada más, Cristo vino a mostrar que no es la ley la transformadora para realizar un propósito en nuestra vida, sino su persona.


¿Eres esclavo o estás libre en Cristo? ¿Cómo puedes estar seguro?

En los versos 3 y 4 nos muestra que sin Cristo la ley es como una piedra pesada en nuestras espaldas, cuando Cristo venció al pecado la ley se convirte en un garante liberador por Cristo, ya no es difícil cumplirla, ya no es causa de condenación sino de advertencia, ya no se promulga como el fin sino como el instrumento para orientar al fin, que es Cristo.

Curioso es que vivir conforme a la ley a partir de Cristo o en Cristo es andar conforme a su voluntad, es ser activos en buscar constantemente a Cristo para la transformación de hombre que vive bajo el pecado para vivir bajo el Espíritu.

Pablo en los versos 5 y 6 nos orienta a pensar en las cosas espirituales, en nuestra relación con Cristo, no en la obsesión por el cumplimiento de la ley, sino por el acercamiento a Cristo, es Cristo el que capacita para vivir conforme a la ley pero no al revés. El que vive con los ojos puestos solo en la ley, obviamente está como muerto, ya que el que resucita no está en su mente, pero si actuamos orientando nuestra mente a Cristo, entonces resucitamos a una nueva vida con un nuevo estilo de vida que es en Cristo Jesús.


El cambio según Pablo se producirá cuando el espíritu está en nosotros, cuando dejamos que Cristo nos libere de la opresión de nuestros pensamientos e introduzca la suya en nosotros, es ahí cuando podemos vivir bajo la influencia del Espiritu y Él obra los cambios.

La promesa que surge de vivir según el Espíritu es la transformación en este mundo de nuestra forma de vivir y pensar, una transformación que supera nuestra condición y nos da la alternativa.

Por eso en el verso 15 nos habla de adopción y exclavitud, por lo que existe o la adopción en Cristo o la esclavitud al pecado. Está en nuestras manos elegir, la libertad limitada que tenemos es la de la elección, desde ese momento somos hijos adoptivos o esclavos, ¿qué quieres ser tu?

Que Dios te ayude a escoger ser hijo adoptivo, porque la liberación está cerca y la plenitud de la presencia visible de nuestro Salvador también.

Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.

viernes, 20 de agosto de 2010

Lección 8 Para el 21 de agosto de 2010: El hombre de Romanos 7




“Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra” (Rom. 7:6).

El versículo que tiene la Escuela Sabática como principal, surge de la idea de la muerte y resurrección del capítulo 6.

Existe una formulación antigua y una nueva, la nueva no abroga la antigua sino que le da sentido.

vamos a ver durante esta semana varias aspectos de esta división.

¿SUJETOS A LA LEY?

Lee Romanos 7:1 al 6. ¿Qué ilustración usa Pablo aquí a fin de mostrar la relación de sus lectores con la ley, y qué punto destaca con esa ilustración?

Viendo el simil que hace Pablo sobre la ley del matrimonio y como una mujer está sujeta a su esposo por la ley del matrimonio y solo cuando el marido muere, ella es libre para casarse de nuevo. Pablo hace la referencia a Cristo, Cristo murió por nosotros y los que le aceptan deben aceptar vivir junto a Él. Cuando vivamos junto a Cristo, Él hará la transformación en nuestras vidas para vivir liberados del pecado. No quiere decir eso que yo continue pecando y que Cristo absorve en su vida mi pecado, sino que la permanencia en Cristo implica que Él va transformando mi vida al punto que mi inclinación no es al pecado, sino a la lucha por no pecar.


LA LEY ¿ES PECADO?

Esta pregunta tiene respuesta en Romanos 7:7 donde deja claro Pablo que la ley no es pecado, sino un instrumento que me hace identificar el pecado, como instrumento es válido mientras exista el pecado, me señala los límites de la vida sin pecado y por donde puede transcurrir mi vida conforme a la voluntad de Dios.

Lee Romanos 7:8 al 11. ¿Qué dice Pablo de la relación entre la ley y el pecado?

El único vínculo que existe entre la ley y el pecado, es la salvación en Cristo, mientras que la ley es instrumento de los límites del camino de salvación, el pecado es la acción consciente de transpasar los límites del camino. Por lo tanto la ley en sí misma como dice el Apóstol no es mala, sino buena, santa y justa, lo que es malo es el pecado, ya que ni es santo ni justo, el pecado lleva a la separación, la ley nos muestra esa separación entre el camino de santidad y la perdición y Cristo es el que salva como don gratuito del cielo.

Lee Romanos 7:12. ¿Cómo entiendes esto en el contexto de lo que Pablo ha estado analizando?

La obviedad de Pablo es a razón de decir que ella es santa, justa y buena, ya que el que la puso es el Santo, el Justo y el Bueno, es decir Dios. Lo que Pablo resalta no es la importancia de la ley, sino la calidad de la misma, para que dentro de la función que cumple, nos muestre la necesidad de un salvador, por nosotros mismo nada podemos hacer, todo lo podemos en Cristo Jesús.

Por eso el apóstol Pablo en el v. 13 nos muestra que la muerte es por causa del pecado y no de la ley. La razón de la lucha del ser humano la vemos en los siguientes versos el 16 y 17 donde habla del querer y el poder. Todos queremos el bien, pero no podemos, ya que el bien que todos queremos hacer se puede convertir en el mal. La condición humana del poder y querer, se resuelve en el cristiano con la expresión "Cristo ayudame" solo Él puede cambiar nuestra inclinación y ajustarnos a sus propósitos para nosotros, por nosotros mismos que somos carnales no podremos hacer nada.

Es aquí donde llegamos a la conclusión que por nosotros mismos no seremos librados de la muerte, nuestro clamor es "miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?" la respuesta la da el mismo apóstol, consciente de su propia realidad y de la de todos los creyentes, solo Cristo puede resolver este gran dilema.

Que el Espíritu Santo siga conduciendonos por el camino de la salvación para que cuando veamos al Padre, sea solo de la mano de nuestro Señor Jesucristo.

viernes, 13 de agosto de 2010

Lección 7 Para el 14 de agosto de 2010: Victoria sobre el pecado

“Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Rom. 6:14).


Durante esta semana analizamos en la lección de la escuela sabática el capítulo 6 de romanos.

Quiero decir antes de entrar a valorar la lección, que no debemos disociar la fe, las obras, la justificación, la ley, ya que todo ello es uno en Cristo. Por lo tanto todo tiene su importancia.


Esta semana consideramos otro aspecto de la salvación por la fe, que puede ser mal comprendido: la promesa de victoria sobre el pecado en la vida de quien fue salvado por Jesús.

Según el texto de Romanos 5:20 que vimos la semana pasada, Pablo dice:“Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”.

Este texto bíblico ya nos declara la situación por la que podemos vivir, ¿Cuánto pecado llevas en tu vida? no te sientas fracasado, la gracia cubre todos tus pecados. Por lo tanto la muerte no tiene ya poder en el cristiano que acepta vivir conforme a la gracia.

Como bien dice en Romanos 6:1 no quiere esto decir que podamos vivir en el pecado, sino todo lo contrario, el análisis que hace Pablo en los siguientes versos del 2-11 nos muestra la lógica Paulina, donde si he aceptado vivir conforme a la gracia, mi lucha es en separarme del pecado, ya que el pecado seguirá existiendo hasta que Cristo vuelva, mientras este hecho no ocurra, mi vida en la tierra es una lucha para morir al pecado y vivir a Cristo. Gracias a Dios esa lucha no se hace sola, el Espíritu Santo nos acompaña y ayuda en los momentos de mayor debilidad, siempre y cuando le pidamos que nos ayude.

Cuando Pablo nos habla en Romanos 6:12 sobre el reinado del pecado en nuestra vida, es transparente, cuando algo reina en nuestra vida, toda nuestra existencia da vueltas a ello, por lo tanto nuestra mayor lucha es que no reine porque si reina el pecado, amaremos todo lo que tenga que ver con ello y no tendremos control sobre nuestro cuerpo.

El comentario de Ellen White es acertado, por lo que lo transcribo integramente: “Lo que necesitas comprender es la verdadera fuerza de la voluntad. Este es el poder que gobierna en la naturaleza del hombre: el poder de decidir o de elegir. Todo depende de la correcta acción de la voluntad. Dios ha dado a los hombres el poder de elegir; depende de ellos el ejercerlo. Tú no puedes cambiar tu corazón, ni por ti mismo dar sus afectos a Dios; pero puedes elegir servirlo. Puedes darle tu voluntad; entonces él obrará en ti tanto el querer como el hacer según su voluntad. De ese modo tu naturaleza entera estará bajo el dominio del Espíritu de Cristo; tus afectos se centrarán en él y tus pensamientos se pondrán en armonía con él” (CC 47).

En Romanos 6:14 que es el verso de memoria, nos muestra que el pecado solo muestra que me he aparatado de Dios, bajo el principio de la Ley, pero si uno vive conforme a la gracia, la ley no es un estorbo sino unas señales indicadoras del peligro que puede avecinarse

En Romanos 6:16 es como una espada de Damocles donde no estamos libres en absoluto, o somos esclavos del pecado o de la justicia, es decir o tomamos un camino u el otro, pero no podemos levantar la bandera de la libertad para decir que somos libres. La libertad plena solo se obtiene cuando tengamos la posibilidad de no elegir caminos establecidos, sino de elegir el camino que queramos hacer nosotros, curiosamente, no podemos ni elegir estar en medio sin tomar una decisión, porque estaríamos según las escrituras en el camino del pecado y no podemos abrir caminos nuevo por lo mismo, pero si que podemos obtar por una libertad relativa que puede culminar en plena si aceptamos el camino de la obediencia para justicia, un camino que nos lleva a la liberación del pecado. Esto solo se consigue por medio de la Gracia de Dios, como explica Pablo en el verso 17

Concluye el capítulo 6 de Romanos en cuestión a la comprensión de Pablo sobre la debilidad de la naturaleza humana, para hacer un llamado a la victoria en Cristo Jesús, un llamado que pasa por identificar el mal que opera para muerte, como es el pecado y como si aceptamos vivir conforme a la justicia de Cristo, seremos rescatado para eternidad. Aquí la decisión es personal e intransferible.

“Él [Jesús] no consintió en pecar. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad; fue hecho idóneo para el conflicto mediante la permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina. Mientras estemos unidos con él por la fe, el pecado no tendrá dominio sobre nosotros. Dios extiende su mano para alcanzar la mano de nuestra fe y dirigirla a asirse de la divinidad de Cristo, con el fin de que nuestro carácter pueda alcanzar la perfección” (DTG 98, 99).

“En nuestro bautismo nos comprometemos a romper toda relación con Satanás y sus instrumentos, y a poner corazón, mente y alma en la obra de extender el reino de Dios. [...] El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se han comprometido a cooperar con los instrumentos humanos santificados” (CBA 6:1.075).

“Una profesión del cristianismo, sin la fe y las obras correspondientes, no servirá de nada. Nadie puede servir a dos señores. Los hijos del maligno son los siervos de su señor, al cual se entregaron para obedecerle; son sus siervos, y no pueden ser siervos de Dios a menos que renuncien a todas sus obras. [...] Dios ha revelado verdades sagradas y santas que han de separar a sus hijos de los impíos y purificarlos para sí. Los adventistas del séptimo día deben vivir conforme a su fe” (JT 1:155).

Dejo estos comentarios de Ellen White y del Comentario Bíblico Adventista para poder comprender mejor el pensamiento adventista.

Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.

martes, 27 de julio de 2010

Lección 5 Para el 31 de julio de 2010: La justificación y la ley



“¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Rom. 3:31).


En la lección de esta semana se hace un desarrollo de la fe en Romanos 4, mi impresión después de haber leído el texto bíblico, se resumiría en lo siguiente: "nosotros no alcanzamos la salvación por las obras, sino por creer en Cristo, esto no quiere decir que nosotros dejemos de vivir, sino que no actuamos por ganancia, sino por creencia".

Por esa razón el Ejemplo del apóstol Pablo en Romanos 4 con referencia a Abraham, el creyó en Dios antes de ser circuncidado, pero no dejó de circuncidarce cuando Dios lo pidió, Abraham no lo hizo por obtener la salvación, sino por amor a Dios y obediencia a Él.

Me parece interesante lo que los autores de la lección hablan el sábado y me gustaría ponerlo en orden tal y como aparece en la lección:

1. La promesa de bendición divina (promesa de la gracia).
2. La respuesta humana a esa promesa (respuesta de fe).
3. la declaración de justicia acreditada a los que creen (justificación).

El resultado es la búsqueda de una vida sin pecado, no una búsqueda de la salvación, ya que la salvación la tenemos por gracia.

Esto no quiere decir que la ley de Dios está abolida, como hemos visto en el texto de Pablo, en el versículo de memoria, para nada está abolida la ley, todo lo contrario, la ley es vigente, pero no el concepto por el que la podamos entender como medio de salvación, sino como instrumento para reconocer la voluntad de Dios.

Podemos caer en el error de pensar que en el Antiguo Testamento no existía la justificación por la fe, por eso Pablo hace referencia al padre de la fe para los judíos, muestra por medio de su historia que la justificación de la fe existía y que era compatible con la ley. El problema radica cuando cambiamos los terminos, la ley nunca me justificará y me salvará, la ley me muestra al que me justifica y me salva, por lo tanto aquellos que rechazan la ley, están rechazando al que justifica y salva.

El lunes nos quiere mostrar la problemática de la deuda y la gracia, pero tenemos que primero diferenciar los dos conceptos.


Deuda: Obligación que tiene una persona de pagar o devolver una cosa, generalmente dinero. Cantidad de dinero que se debe pagar. Obligación moral que una persona contrae con otra.

Gracia: Capacidad que tiene una persona o una cosa de divertir o hacer reír. Hecho o dicho divertido o que hace reír. Conjunto de cualidades por las que una persona o cosa resulta atractiva o agradable. Elegancia, garbo y desenvoltura con que se mueve una persona: tener gracia al andar. sal, salero. En la religión cristiana, ayuda sobrenatural que Dios da a una persona para que obre según el amor y la bondad y consiga su salvación. Perdón o indulto de una pena concedido por el jefe del Estado o por quien tiene autoridad para ello a una persona condenada. Expresión que se usa para agradecer alguna cosa a alguien.

Existe una gran diferencia entre deuda y gracia, también podemos ver que la gracia tiene un valor moral mayor que la deuda, la gracia es el perdón de la deuda.

En este sentido podemos entender el día lunes en el contexto de buscar pagar una deuda contraída o aceptar el perdón que me dá la persona a la que debo de una forma unilateral. Pablo quiere tratar de enseñar que nosotros vivimos por la gracia, ya está todo pagado, que no necesitamos ningún esfuerzo humano para estar capacitado para llegar a la gracia, simplemente aceptarla. Es en ese momento en el que comenzamos a vivir por amor a Dios conforme a su voluntad y mejorando día a día, pero esto se consigue cuando aceptamos la gracia de Dios.

Una buena pregunta es la que surge en el Lunes: ¿quién reflejará mejor el amor y el carácter de Dios: el que está absorbido en sí mismo o el que está centrado en Dios?

Una buena respuesta es la de la profeta del Señor en el tiempo del fin, la hermana Ellen White escribión: “El pecador debe ir a Cristo con fe, aferrarse de sus méritos, poner sus pecados sobre Aquel que los lleva y recibir su perdón. Debido a esto vino Cristo al mundo. Así se imputa la justicia de Cristo al pecador arrepentido que cree. Llega a ser miembro de la familia real, hijo del Rey celestial, heredero de Dios y coheredero con Cristo” (MS 1:252).


La promesa que todas las generaciones posteriores a Abraham podrían obtener la salvación, vivene expresada en pablo en el texto de Romanos 4:13 “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”.

Que importante es tener claro el concepto de promesa para poder entender la importancia de la ley en su justa ubicación. La promesa va dirigida a todo el mundo, y los que la aceptan comprenderán que la ley es un instrumento más que Dios dá para mantener viva la esperanza de encontrarnos con el Mesías.

En el Deseado de Todas las Gentes, Ellen White escribió: “El principio de que el hombre puede salvarse por sus obras, fundamento de toda religión pagana, ahora había llegado a ser el principio de la religión judía. Satanás lo había implantado; y doquiera se lo adopte, los hombres no tienen defensa contra el pecado”.

Estas palabras son profundas, estas palabras van dirigidas a aquellos que piensan que tenemos que hacer para obtener, y no son capaces de aceptar que hacemos porque hemos obtenido.

Es aquí donde la Ley muestra que estamos pecando, si lo que hacemos nos cuesta, es porque probablemente no hayamos aceptado la salvación de Cristo, cuando la aceptamos el resultado final es la liberación y la gracia, el continuar caminando por voluntad de Dios y no por nuestra voluntad.

Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.

miércoles, 21 de julio de 2010

Lección 4 para el 24 de Julio 2010: Justificados por la fe



“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Rom. 3:28).

En este versículo vemos uno de los puntos más hermoso de toda la lección, la justificaicón no es un instrumento que se coja o se deja cuando uno quiere, la justificación emana desde la misma cruz hasta el fin de este mundo de pecado.

Nos encontraremos durante esta semana un estudio para comprender que la justificación de Cristo es algo más que el mero hecho de ser cristiano, es algo más profundo que busca en nosotros el actuar en forma y tiempo correctos. Vayamos a la cuestión.

"Nadie dice que la persona era inocente. Al contrario, es claramente culpable. La buena noticia es que, a pesar de su culpa, es perdonada. Cada uno de nosotros es el criminal. Jesús, el sustituto, tiene un registro perfecto y toma nuestro lugar en la corte; le aceptan su justicia en lugar de nuestra injusticia. Por eso somos justificados ante Dios; no por nuestras obras, sino por causa de Jesús, cuya justicia llega a ser nuestra al aceptarla “por fe”."

Esta párrafo que surge del sábado resume con claridad la condición humana y la única salida para cambiar nuestra condición actual en una mucho mejor, si crees en ello tendrás o te otorgarán la salvación.

En el domingo comienza la controversia de todo cristiano, salvación por obras o por fe, más bien aquí se trata de las obras de la ley y sus resultados. Curioso es ver que Pablo habla de la incapacidad de la salvació por medio de las obras de la ley. Para nosotros hoy eso es obvio, aunque también Pablo habla de la no invalidez de la ley, ¿A qué se refiere Pablo entonces en los versículos que surgen del domingo?.

Si hacemos un estudio profundo del pensamiento de Pablo, nos damos cuenta que Pablo está hablando de las normas adicionales y de las leyes rituales que tienen que ver con el mesías, aún así esas normas y leyes tienen un valor, uniendolas a las de la ley moral, nos muetra que Dios siempre ha querido estar con su pueblo para orientarle a salir de un mundo de pecado a una perfección absoluta en el cielo.

Dentro de esa situación surge lo que Pablo dice en el texto expuesto el lunes Romanos 3:21“Ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas”

En este versículo Pablo une estrechamente la ley, los profetas para hablar sobre la justicia, tanto la ley como los profetas hablaban de la justicia de Dios, es decir revelar en este mundo de pecado que Dios sigue actuando, la mayor de las lecciones de justicia de Dios la tenemos en la persona del Hijo, venir a ser el garante de la salvación de todos y en todo esto que tenemos nosotros que ver, pues obviamente si queremos obtener la salvación y sentirnos liberados por Cristo, debemos actuar en consecuencia, vivir conforme a su voluntad, ya que su voluntad es que vivamos preparandonos para lo porvenir. Curiosamente en Mensajes Selectos lo deja muy claro: “La justicia es la obediencia a la ley. La ley demanda justicia y, ante la ley, el pecador debe ser justo. Pero es incapaz de serlo. La única forma en que puede obtener la justicia es mediante la fe. Por fe puede presentar a Dios los méritos de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador. La justicia de Cristo es aceptada en lugar del fracaso del hombre, y Dios recibe, perdona y justifica al alma creyente y arrepentida, la trata como si fuera justa, y la ama como ama a su Hijo” (MS 1:430).


El martes nos refleja la unidad entre la Gracia y la Justificación,

Tanto la justificación como un acto de hacer justicia, solo se puede obtener por medio de la Gracia como un acto de amor de Dios hacia el hombre. Desde el momento que acepto el don gratuito de Dios acepto sin remisión la justificación de Cristo en mi vida.

Eso sí en el momento en que deje a Cristo, en el momento en el que me separo de él, la justificación deja de ser un beneficio para mí. Desaparece de mi vida tanto la Gracia, como la Justificación, ya que libremente decido separarme, nadie me obliga a pecar, nadie me obliga a caer en la tentación, soy yo, y solo yo el que decido caer o no, por lo tanto soy yo el que decido seguir o no bajo la justicia de Cristo.


El miércoles en Romanos 3:25, volvemos a ver la referencia a la sustitución o propiciación de Cristo para el creyente, Pablo curiosamente quiere focalizar toda la atención en la figura de Cristo, sin negar la realidad de vivir con Cristo y conforme a Cristo.

Es a partir de aquí donde el cristiano es motivado a actuar pero no conforme a las obras de la ley, sino conforme a las obras de la fe, es Cristo el que motiva a vivir, ayudar y compartir con todos su amor y su verdad, se comparte no solo con palabras sino con hechos, esos hechos son obras, pero de la fe, hechos que empiezan por obedecer sus mandatos, hechos que continúan por enseñar a los demás que se puede vivir una vida sin pecado ayudados por lo que Cristo nos enseña en su palabra y como hacer que nuestra vida sea un cambio de vida en armonía con él.

Curiosa es la pregunta de este día donde nos dice: ¿Por qué es tan fácil pensar que, por cuanto la ley no nos salva, no necesitamos guardarla? la respuesta es simple y sensilla, porque a la luz de las escrituras, el que mi iglesia me ponga normas, yo las rechazo como Pablo rechazó las del pueblo judío, esa comparativa nos lleva a distorcionar el verdadero sentido del apóstol.

Que Dios nos ayude a todos a vivir conforme a su voluntad y no a la nuestra.

lunes, 12 de julio de 2010

Lección 3 Para el 17 de julio de 2010: Todos hemos pecado

PARA MEMORIZAR: “...todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23).

Realmente todos hemos pecado, todos un día hemos estado en las tinieblas como el Apóstol Pedro nos dice en su carta, por lo que estar destituidos de la gloria de Dios es tan cierto como que existe el pecado en el mundo.

Por ello en esta semana veremos como nos orientan para reconocer esa situación e invertirla. ¿De qué forma? pues ahora lo veremos.

Primeramente hemos de reconocer que existe el pecado. En ese reconocimiento entenderemos posteriormente que que el pecado entró por una desobediencia y que esa desobediencia llevó a este mundo a una situación anómala que nadie en este mundo puede solucionar. Sólo alguien externo y que no haya pecado puede realizar una obra de restauración, de esta obra saldría la eliminación del pecado de este mundo.

Ellen G. White llega a declarar en la pluma inspirada: “Este tema se comprende en forma tan confusa que miles y más miles que pretenden ser hijos de Dios son hijos del maligno, porque quieren depender de sus propias obras. Dios siempre demanda buenas obras, la ley las demanda; pero como el hombre entró en pecado, donde sus obras no tenían valor, solo puede valer la justicia de Cristo” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 6:1.071).

Está en nuestras manos ( dichosa incongruencia ) el dejar de hacer por nuestro propio pensamiento y acción, para la búsqueda de la restauración o el aceptar la transformación que la persona externa a este mundo puede realizar para ser restaurados.

Si nos fijamos en los textos que expone la lección y con coherencia, el domingo nos habla de: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Rom. 1:16, 17).

En este versículo podemos ver claramente que todos los seres humanos tenemos la oportunidad de conocer a esta persona que viene a restaurar este mundo, fue revelada en el evangelio y por eso el Apóstol Pablo no se avergüenza de él.

El problema radica cuando queremos decir al evangelio algo que no quiere decir o que se amolda a mis criterios, entonces me estoy avergonzando del mismo y no dejo que hable directamente a mi corazón.

la lección habla de las claves que aparecen, que son varias y que al final nos muestra que realmente el evangelio es la noticia de la salvación en Cristo, que el Mesías vino y que prometió volver.

Este es el verdadero sentido el evangelio y para que se haga realidad en nuestras vidas, debemos vivir una vida justa y creciente en la fe.

Si ya tenemos algo claro de donde viene la restauración, debemos aceptar que tiene que venir de fuera porque la condición del ser humano es de pecado. Cuando no reconozco mi condición lo que realmente estoy haciendo es reconocer que no necesito a nadie para restaurar mi vida en una exelencia mayor.

El problema es como bien explica el apóstol Pablo en Romanos 3:10-18 que hoy en día aún más se ve ratificado ya que buscar a Dios no es inherente al ser humano, sino buscar la satisfacción propia. Incluso si leemos como dice la lección en Romanos 1:22-32 nos damos cuenta que hemos sido necios en nuestro pensamiento, llegando a pensar que por nosotros mismo la sociedad mejoraría en todas las facetas del ser humano, en lo moral y ético. Cuando estamos viviendo hoy en una sociedad falta de valores y avocada a un desenlace fatal.

En esta situación, no hay diferencia de personas, todos somos participes de la condición en la que se encuentra este mundo, no somos ajenos al pecado, incluso no podemos llegar a decir que solo son unos los pecadores y otros no. Por eso en el Miércoles nos hace referencia a Romanos 1 como pecados cometidos por los gentiles y en Romanos 3 pecados cometidos por los judios. Es decir todos pecamos, nadie como Jesús llegó a decir a la acusasión de adulterio de una mujer, "quién esté libre de pecado que tire la primera piedra"... él no quiso decir que la mujer no había pecado y que todo era una artimaña de los acusadores de Jesús, solo que todos eran pecadores, incluso la mujer cuando él ( que era el único no pecador ) le dijo "ni yo te condeno, vete y no peques más", por lo tanto la vida de esos hombres que acusaban tendría que cambiar y la de la mujer también, el único que no cambia en esta acción es Cristo.

Ellen White nos dice claramente que: “No se estimen mejores que los demás ni se erijan en sus jueces. Ya que no pueden discernir los motivos, no pueden juzgar a otro. Si lo critican, están emitiendo una sentencia sobre vuestro propio caso; porque demuestran ser partícipes con Satanás, el acusador de los hermanos” (DTG 280, 281). Al final nos revela la escuela sabática quién es el autor del pecado y el que acusa a los pecadores, por lo tanto debemos actuar en contraposición a lo que él quiere que sea.

Por último nos señala en el jueves el sentido del arrepentimiento. Tal y como el apóstol Pablo revela en Romanos 2:4 que dice: “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?” El apóstol quiere llevarnos a reconocer que no debemos menospreciar a Dios y su bondad, que no debemos menospreciar su amor y paciencia, en definitiva que no creamos ser tan importante en la restauración de este mundo, porque en definitiva nosotros somos y estamos en el problema, por lo que debemos aceptar, seguir, capacitar por medio del Espíritu Santo, nuestras vidas y reconocer que sin Cristo no tenemos salvación, reconocer que somos pecadores, reconocer que necesitamos del arrepentimiento y reconocer que podemos vivir conforme a la voluntad de Dios si nos dejamos llevar por su Espíritu Santo.

Que Dios te bendiga.