martes, 24 de agosto de 2010

Lección 9 Para el 28 de agosto de 2010: Libertad en Cristo



“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Rom. 8:1).

La liberación de la esclavitud del pecado está en la persona de Cristo y los que quieren ser liberados de esa esclavitud deben estar en Cristo, la razón de estar en Cristo libera del pecado de la carne y nos transforma para vivir conforme al Espíritu Santo.

Es acertado el comentario de la lección cuando declara "Pablo dice que si no aceptas a Jesús, la experiencia de Romanos 7 será tuya: esclavo del pecado; y no podrás hacer lo que eliges. Romanos 8 dice que Cristo Jesús ofrece librarte del pecado y te permite hacer el bien que quieres pero que tu carne no te permite."

La buena nueva que quiere transmitir el apóstol Pablo es que aquella persona que está en Cristo, es decir que se impregna de la persona de Cristo por todos los costados, sin dejar fisura a la duda, esa persona no tiene ninguna condenación ( Romanos 8:1) la razón es obvia, Cristo lo ha liberado, en contraste con aquel que duda de Cristo o no se entrega plenamente a Él.

En Romanos 8:2 nos habla de la importancia de la ley del Espíritu de vida que es en Jesús, por lo que muestra un estilo totalmente de vivir la misma ley, ya que la ley no cambia, un estilo diferente al que aparece en el capítulo 7 que reflejaba solo el pecado. Aquí muestra al dueño de la ley y la intensionalidad de la misma.

Es interesante el comentario de Ellen White en el Deseado: “Todo aquel que rehúsa entregarse a Dios está bajo el dominio de otro poder. No es su propio dueño. Puede hablar de libertad, pero está en la más abyecta esclavitud. [...] Mientras se lisonjea de estar siguiendo los dictados de su propio juicio, obedece la voluntad del príncipe de las tinieblas. Cristo vino para romper las cadenas de la esclavitud del pecado para el alma” (DTG 431).

Obviamente la ley sin el dador de ella, por sí sola no puede cambiar nuestra condición, solo puede hacer que seamos seres con una moral específica pero nada más, Cristo vino a mostrar que no es la ley la transformadora para realizar un propósito en nuestra vida, sino su persona.


¿Eres esclavo o estás libre en Cristo? ¿Cómo puedes estar seguro?

En los versos 3 y 4 nos muestra que sin Cristo la ley es como una piedra pesada en nuestras espaldas, cuando Cristo venció al pecado la ley se convirte en un garante liberador por Cristo, ya no es difícil cumplirla, ya no es causa de condenación sino de advertencia, ya no se promulga como el fin sino como el instrumento para orientar al fin, que es Cristo.

Curioso es que vivir conforme a la ley a partir de Cristo o en Cristo es andar conforme a su voluntad, es ser activos en buscar constantemente a Cristo para la transformación de hombre que vive bajo el pecado para vivir bajo el Espíritu.

Pablo en los versos 5 y 6 nos orienta a pensar en las cosas espirituales, en nuestra relación con Cristo, no en la obsesión por el cumplimiento de la ley, sino por el acercamiento a Cristo, es Cristo el que capacita para vivir conforme a la ley pero no al revés. El que vive con los ojos puestos solo en la ley, obviamente está como muerto, ya que el que resucita no está en su mente, pero si actuamos orientando nuestra mente a Cristo, entonces resucitamos a una nueva vida con un nuevo estilo de vida que es en Cristo Jesús.


El cambio según Pablo se producirá cuando el espíritu está en nosotros, cuando dejamos que Cristo nos libere de la opresión de nuestros pensamientos e introduzca la suya en nosotros, es ahí cuando podemos vivir bajo la influencia del Espiritu y Él obra los cambios.

La promesa que surge de vivir según el Espíritu es la transformación en este mundo de nuestra forma de vivir y pensar, una transformación que supera nuestra condición y nos da la alternativa.

Por eso en el verso 15 nos habla de adopción y exclavitud, por lo que existe o la adopción en Cristo o la esclavitud al pecado. Está en nuestras manos elegir, la libertad limitada que tenemos es la de la elección, desde ese momento somos hijos adoptivos o esclavos, ¿qué quieres ser tu?

Que Dios te ayude a escoger ser hijo adoptivo, porque la liberación está cerca y la plenitud de la presencia visible de nuestro Salvador también.

Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.

viernes, 20 de agosto de 2010

Lección 8 Para el 21 de agosto de 2010: El hombre de Romanos 7




“Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra” (Rom. 7:6).

El versículo que tiene la Escuela Sabática como principal, surge de la idea de la muerte y resurrección del capítulo 6.

Existe una formulación antigua y una nueva, la nueva no abroga la antigua sino que le da sentido.

vamos a ver durante esta semana varias aspectos de esta división.

¿SUJETOS A LA LEY?

Lee Romanos 7:1 al 6. ¿Qué ilustración usa Pablo aquí a fin de mostrar la relación de sus lectores con la ley, y qué punto destaca con esa ilustración?

Viendo el simil que hace Pablo sobre la ley del matrimonio y como una mujer está sujeta a su esposo por la ley del matrimonio y solo cuando el marido muere, ella es libre para casarse de nuevo. Pablo hace la referencia a Cristo, Cristo murió por nosotros y los que le aceptan deben aceptar vivir junto a Él. Cuando vivamos junto a Cristo, Él hará la transformación en nuestras vidas para vivir liberados del pecado. No quiere decir eso que yo continue pecando y que Cristo absorve en su vida mi pecado, sino que la permanencia en Cristo implica que Él va transformando mi vida al punto que mi inclinación no es al pecado, sino a la lucha por no pecar.


LA LEY ¿ES PECADO?

Esta pregunta tiene respuesta en Romanos 7:7 donde deja claro Pablo que la ley no es pecado, sino un instrumento que me hace identificar el pecado, como instrumento es válido mientras exista el pecado, me señala los límites de la vida sin pecado y por donde puede transcurrir mi vida conforme a la voluntad de Dios.

Lee Romanos 7:8 al 11. ¿Qué dice Pablo de la relación entre la ley y el pecado?

El único vínculo que existe entre la ley y el pecado, es la salvación en Cristo, mientras que la ley es instrumento de los límites del camino de salvación, el pecado es la acción consciente de transpasar los límites del camino. Por lo tanto la ley en sí misma como dice el Apóstol no es mala, sino buena, santa y justa, lo que es malo es el pecado, ya que ni es santo ni justo, el pecado lleva a la separación, la ley nos muestra esa separación entre el camino de santidad y la perdición y Cristo es el que salva como don gratuito del cielo.

Lee Romanos 7:12. ¿Cómo entiendes esto en el contexto de lo que Pablo ha estado analizando?

La obviedad de Pablo es a razón de decir que ella es santa, justa y buena, ya que el que la puso es el Santo, el Justo y el Bueno, es decir Dios. Lo que Pablo resalta no es la importancia de la ley, sino la calidad de la misma, para que dentro de la función que cumple, nos muestre la necesidad de un salvador, por nosotros mismo nada podemos hacer, todo lo podemos en Cristo Jesús.

Por eso el apóstol Pablo en el v. 13 nos muestra que la muerte es por causa del pecado y no de la ley. La razón de la lucha del ser humano la vemos en los siguientes versos el 16 y 17 donde habla del querer y el poder. Todos queremos el bien, pero no podemos, ya que el bien que todos queremos hacer se puede convertir en el mal. La condición humana del poder y querer, se resuelve en el cristiano con la expresión "Cristo ayudame" solo Él puede cambiar nuestra inclinación y ajustarnos a sus propósitos para nosotros, por nosotros mismos que somos carnales no podremos hacer nada.

Es aquí donde llegamos a la conclusión que por nosotros mismos no seremos librados de la muerte, nuestro clamor es "miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?" la respuesta la da el mismo apóstol, consciente de su propia realidad y de la de todos los creyentes, solo Cristo puede resolver este gran dilema.

Que el Espíritu Santo siga conduciendonos por el camino de la salvación para que cuando veamos al Padre, sea solo de la mano de nuestro Señor Jesucristo.

viernes, 13 de agosto de 2010

Lección 7 Para el 14 de agosto de 2010: Victoria sobre el pecado

“Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Rom. 6:14).


Durante esta semana analizamos en la lección de la escuela sabática el capítulo 6 de romanos.

Quiero decir antes de entrar a valorar la lección, que no debemos disociar la fe, las obras, la justificación, la ley, ya que todo ello es uno en Cristo. Por lo tanto todo tiene su importancia.


Esta semana consideramos otro aspecto de la salvación por la fe, que puede ser mal comprendido: la promesa de victoria sobre el pecado en la vida de quien fue salvado por Jesús.

Según el texto de Romanos 5:20 que vimos la semana pasada, Pablo dice:“Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”.

Este texto bíblico ya nos declara la situación por la que podemos vivir, ¿Cuánto pecado llevas en tu vida? no te sientas fracasado, la gracia cubre todos tus pecados. Por lo tanto la muerte no tiene ya poder en el cristiano que acepta vivir conforme a la gracia.

Como bien dice en Romanos 6:1 no quiere esto decir que podamos vivir en el pecado, sino todo lo contrario, el análisis que hace Pablo en los siguientes versos del 2-11 nos muestra la lógica Paulina, donde si he aceptado vivir conforme a la gracia, mi lucha es en separarme del pecado, ya que el pecado seguirá existiendo hasta que Cristo vuelva, mientras este hecho no ocurra, mi vida en la tierra es una lucha para morir al pecado y vivir a Cristo. Gracias a Dios esa lucha no se hace sola, el Espíritu Santo nos acompaña y ayuda en los momentos de mayor debilidad, siempre y cuando le pidamos que nos ayude.

Cuando Pablo nos habla en Romanos 6:12 sobre el reinado del pecado en nuestra vida, es transparente, cuando algo reina en nuestra vida, toda nuestra existencia da vueltas a ello, por lo tanto nuestra mayor lucha es que no reine porque si reina el pecado, amaremos todo lo que tenga que ver con ello y no tendremos control sobre nuestro cuerpo.

El comentario de Ellen White es acertado, por lo que lo transcribo integramente: “Lo que necesitas comprender es la verdadera fuerza de la voluntad. Este es el poder que gobierna en la naturaleza del hombre: el poder de decidir o de elegir. Todo depende de la correcta acción de la voluntad. Dios ha dado a los hombres el poder de elegir; depende de ellos el ejercerlo. Tú no puedes cambiar tu corazón, ni por ti mismo dar sus afectos a Dios; pero puedes elegir servirlo. Puedes darle tu voluntad; entonces él obrará en ti tanto el querer como el hacer según su voluntad. De ese modo tu naturaleza entera estará bajo el dominio del Espíritu de Cristo; tus afectos se centrarán en él y tus pensamientos se pondrán en armonía con él” (CC 47).

En Romanos 6:14 que es el verso de memoria, nos muestra que el pecado solo muestra que me he aparatado de Dios, bajo el principio de la Ley, pero si uno vive conforme a la gracia, la ley no es un estorbo sino unas señales indicadoras del peligro que puede avecinarse

En Romanos 6:16 es como una espada de Damocles donde no estamos libres en absoluto, o somos esclavos del pecado o de la justicia, es decir o tomamos un camino u el otro, pero no podemos levantar la bandera de la libertad para decir que somos libres. La libertad plena solo se obtiene cuando tengamos la posibilidad de no elegir caminos establecidos, sino de elegir el camino que queramos hacer nosotros, curiosamente, no podemos ni elegir estar en medio sin tomar una decisión, porque estaríamos según las escrituras en el camino del pecado y no podemos abrir caminos nuevo por lo mismo, pero si que podemos obtar por una libertad relativa que puede culminar en plena si aceptamos el camino de la obediencia para justicia, un camino que nos lleva a la liberación del pecado. Esto solo se consigue por medio de la Gracia de Dios, como explica Pablo en el verso 17

Concluye el capítulo 6 de Romanos en cuestión a la comprensión de Pablo sobre la debilidad de la naturaleza humana, para hacer un llamado a la victoria en Cristo Jesús, un llamado que pasa por identificar el mal que opera para muerte, como es el pecado y como si aceptamos vivir conforme a la justicia de Cristo, seremos rescatado para eternidad. Aquí la decisión es personal e intransferible.

“Él [Jesús] no consintió en pecar. Ni siquiera por un pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad; fue hecho idóneo para el conflicto mediante la permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina. Mientras estemos unidos con él por la fe, el pecado no tendrá dominio sobre nosotros. Dios extiende su mano para alcanzar la mano de nuestra fe y dirigirla a asirse de la divinidad de Cristo, con el fin de que nuestro carácter pueda alcanzar la perfección” (DTG 98, 99).

“En nuestro bautismo nos comprometemos a romper toda relación con Satanás y sus instrumentos, y a poner corazón, mente y alma en la obra de extender el reino de Dios. [...] El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se han comprometido a cooperar con los instrumentos humanos santificados” (CBA 6:1.075).

“Una profesión del cristianismo, sin la fe y las obras correspondientes, no servirá de nada. Nadie puede servir a dos señores. Los hijos del maligno son los siervos de su señor, al cual se entregaron para obedecerle; son sus siervos, y no pueden ser siervos de Dios a menos que renuncien a todas sus obras. [...] Dios ha revelado verdades sagradas y santas que han de separar a sus hijos de los impíos y purificarlos para sí. Los adventistas del séptimo día deben vivir conforme a su fe” (JT 1:155).

Dejo estos comentarios de Ellen White y del Comentario Bíblico Adventista para poder comprender mejor el pensamiento adventista.

Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga.