viernes, 20 de agosto de 2010

Lección 8 Para el 21 de agosto de 2010: El hombre de Romanos 7




“Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra” (Rom. 7:6).

El versículo que tiene la Escuela Sabática como principal, surge de la idea de la muerte y resurrección del capítulo 6.

Existe una formulación antigua y una nueva, la nueva no abroga la antigua sino que le da sentido.

vamos a ver durante esta semana varias aspectos de esta división.

¿SUJETOS A LA LEY?

Lee Romanos 7:1 al 6. ¿Qué ilustración usa Pablo aquí a fin de mostrar la relación de sus lectores con la ley, y qué punto destaca con esa ilustración?

Viendo el simil que hace Pablo sobre la ley del matrimonio y como una mujer está sujeta a su esposo por la ley del matrimonio y solo cuando el marido muere, ella es libre para casarse de nuevo. Pablo hace la referencia a Cristo, Cristo murió por nosotros y los que le aceptan deben aceptar vivir junto a Él. Cuando vivamos junto a Cristo, Él hará la transformación en nuestras vidas para vivir liberados del pecado. No quiere decir eso que yo continue pecando y que Cristo absorve en su vida mi pecado, sino que la permanencia en Cristo implica que Él va transformando mi vida al punto que mi inclinación no es al pecado, sino a la lucha por no pecar.


LA LEY ¿ES PECADO?

Esta pregunta tiene respuesta en Romanos 7:7 donde deja claro Pablo que la ley no es pecado, sino un instrumento que me hace identificar el pecado, como instrumento es válido mientras exista el pecado, me señala los límites de la vida sin pecado y por donde puede transcurrir mi vida conforme a la voluntad de Dios.

Lee Romanos 7:8 al 11. ¿Qué dice Pablo de la relación entre la ley y el pecado?

El único vínculo que existe entre la ley y el pecado, es la salvación en Cristo, mientras que la ley es instrumento de los límites del camino de salvación, el pecado es la acción consciente de transpasar los límites del camino. Por lo tanto la ley en sí misma como dice el Apóstol no es mala, sino buena, santa y justa, lo que es malo es el pecado, ya que ni es santo ni justo, el pecado lleva a la separación, la ley nos muestra esa separación entre el camino de santidad y la perdición y Cristo es el que salva como don gratuito del cielo.

Lee Romanos 7:12. ¿Cómo entiendes esto en el contexto de lo que Pablo ha estado analizando?

La obviedad de Pablo es a razón de decir que ella es santa, justa y buena, ya que el que la puso es el Santo, el Justo y el Bueno, es decir Dios. Lo que Pablo resalta no es la importancia de la ley, sino la calidad de la misma, para que dentro de la función que cumple, nos muestre la necesidad de un salvador, por nosotros mismo nada podemos hacer, todo lo podemos en Cristo Jesús.

Por eso el apóstol Pablo en el v. 13 nos muestra que la muerte es por causa del pecado y no de la ley. La razón de la lucha del ser humano la vemos en los siguientes versos el 16 y 17 donde habla del querer y el poder. Todos queremos el bien, pero no podemos, ya que el bien que todos queremos hacer se puede convertir en el mal. La condición humana del poder y querer, se resuelve en el cristiano con la expresión "Cristo ayudame" solo Él puede cambiar nuestra inclinación y ajustarnos a sus propósitos para nosotros, por nosotros mismos que somos carnales no podremos hacer nada.

Es aquí donde llegamos a la conclusión que por nosotros mismos no seremos librados de la muerte, nuestro clamor es "miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?" la respuesta la da el mismo apóstol, consciente de su propia realidad y de la de todos los creyentes, solo Cristo puede resolver este gran dilema.

Que el Espíritu Santo siga conduciendonos por el camino de la salvación para que cuando veamos al Padre, sea solo de la mano de nuestro Señor Jesucristo.

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