sábado, 21 de noviembre de 2009

Lección 9 - 4º Trimestres- El pecado de Moisés y Aarón



Una vez más vemos como el pueblo de Dios se rebela contra Él y sus elegidos para guiarlos hasta la Canáan terrenal. En esta lección vemos como también esa rebelión se llevó por delante a Moisés y Aarón.

No quiero justificar el hecho de que Moisés tenía razones para actuar como actuó. La lección que Moisés recibe y Aarón nos muestra que ante Dios no hay justificaciones, que tu y yo debemos seguirle sin condiciones a pesar de lo que nos haga, esto nos recuerda también la conversación del Apóstol Pedro con Jesús, cuando este le pregunta al Maestro en el Evangelio de San Juan el último capítulo y le dice: "¿Qué de este maestro?" Jesús le dice claramente que no tiene que importarle lo que pase con Juan que lo que tiene que hacer es seguirle. Este hecho nos enseña que la preocupación de cada uno es seguir a Cristo, o mejor dicho la máxima preocupación de cada uno debería seguir a Cristo.

Retornando al momento en el que el pueblo se vuelve a rebelar contra Dios, podemos entender que cualquier milagro pasado como el de la rama en flor de Aarón para mostrar que Dios estaba siguiendo en el timón de la dirección del pueblo no han servido para afianzar sus pies en la confianza en Dios y en los dones gratuitos que da. El pueblo vuelve a las andadas y el resultado es las serpientes venenosas como hemos podido ver en el capítulo 21 de números, vuelta a lo mismo cayendo en los mismos errores de desconfianza, resultado, acción de Dios para la salvación, colocar una serpiente de bronce en un palo.

Este hecho nos muestra siempre dos acciones, por un lado podemos ver las consecuencias de vivir en desobediencia; la muerte y por el otro lado podemos ver como es vivir en obediencia; la vida. En nuestras manos está la elección. El ejemplo de la serpiente Jesús la rescata para sugerir que todos aquellos que miren con fe al que estará crucificado, obtendrán la salvación y el que no mire obtendrá la muerte. Puede ser un pensamiento simple, pero real.

Ahora bien un detalle que habla también la escuela sabática es la muerte de Aarón y la sucesión en Eleazar. Por un lado vemos como bien dice la lección una generación que pasa y una nueva que comienza, pero hay un detalle que no cambia y que puede ser de lección para nosotros, la vestimenta es la misma, por lo que lo único que cambia es lo que envuelve esa vestimenta pero no ella en sí, señal de continuidad en el pensamiento y acción de Dios, por lo que nosotros deberíamos continuar sin cambiar en ese pensamiento y en esa acción. Eh ahí el dilema; ¿hemos cambiado?¿hemos continuado con los caminos de Dios? o ¿hemos trastocado la vestimenta del sacerdocio para adaptarla a los tiempos que vivimos? ¿Si Dios no lo hizo quienes somos nosotros para hacerlo?

Estimados amigos, Dios continua con su objetivo principal, salvar a los que guardan sus mandamientos y tienen la fe de Jesús, ¿quieres ser tu uno de ellos? si quieres tienes ahora una oportunidad de hacerlo. Que Dios te bendiga.

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