martes, 8 de diciembre de 2009

Lección 11 - 4º Trimestre - Inmoralidad en la frontera



En la lección de esta semana podemos comprender que realmente Dios marca unas pautas en este mundo, si el hombre acepta el compromiso con Dios, Él se lo toma muy en serio, con todas las consecuencias. Junto al Jordán, podemos ver otra vez como el pueblo vuelve a la idolatría, aunque esta vez Satanás utiliza la seducción para minar la moral del pueblo. Sobre todo Ellen White nos indica que este pecado de inmoralidad no abarca solo a los miembros de iglesia que acuden cada sábado sistemáticamente a la iglesia, sino también a los pastores, a los líderes y administradores de nuestras iglesias.

Vamos hacer un poco de historia desde el punto en el que Ellen White nos comenta en Patriarcas y Profetas en las páginas 294 hasta la 300 bajo el capítulo "La apostasía a orillas del Jordán"

En este capítulo podemos ver como el pueblo se va acomodando a vivir en un lugar paradisiaco, pero rodeado de altares de Baal, por lo que estaban rodeados de idolatría, estuvieron ahí un periodo largo de tiempo, tanto como que se acomodaron a vivir confortablemente, tenían comida, agua, y vivían tranquilos en este lugar. El lugar llamado Sitim era por la gran espesura de árboles de acacia, por lo tanto la sombra que ofrecía estos árboles era del agrado del pueblo hebreo.

Lo que no contaban ellos era con las intenciones de las mujeres de Moab, las verdaderas intensiones no era la fornicación, algo muy común entre los adoradores de Baal, sino que el pueblo de Dios adorara a Baal, tal y como podemos ver en Números 25:1-3

Este hecho es para que nosotros lo tengamos en cuenta, podemos valorar lo que Dios hizo en ese momento de la historia, pero la verdad eso no sirve de nada, lo que si también podemos hacer es aprender de ella, y como en tantos otros hechos bíblicos, nos damos cuenta que importante son las cosas pequeñas, el lugar donde te ubicas, con quién andas, donde está puesta tu tienda, si está rodeada de altares de Baal o de Dios. Esta reflexión es la que tenemos que hacer.

Si leemos en Número 30:16 nos damos cuenta que la idolatría y fornicación entraron no por las mujeres, ellas fueron inducidas a ir al pueblo de Dios, ellas se ataviaron con sus mejores vestidos y joyas, pero el problema radica en el pueblo de Dios, uno que era profeta indujo al pueblo a pecar, es decir que el peligro de la idolatría y fornicación, no estaban en el exterior del pueblo, sino de Balaam, al que todo el pueblo de Dios consideraba profeta y por lo tanto alguien de alta reputación entre el pueblo Esto nos enseña que las puertas de la idolatría en la iglesia solo se puede abrir desde dentro, alguien de dentro puede ser la puerta de entrada para que Satanás lleve a todo un pueblo a la idolatría o a toda una iglesia.

Aparentemente el castigo que produjo esta idolatría es cruel como narra en Números 25:4-5 el problema siempre es que analizamos las consecuencias y juzgamos si Dios actuó bien o mal, pero no miramos el principio básico para que esto no ocurra, no miramos la aceptación por parte del pueblo de la tentación. ¿Si el pueblo de Dios se hubiera apartado de la tentación, habría pasado este triste episodio?, yo creo que no, por lo que no debemos ser tan severos de cuestionar a Dios y debemos cuestionar al ser humano. Aun más, debiéramos cuestionar nosotros mismos, ¿qué estamos viviendo; la tentación o la separación de ella?

Si volvemos a la historia de Israel, también nos muestra el Señor que aquellos que hicieron tentar al pueblo de Dios para que pecasen no se saldrían con las suyas sin recibir las consecuencias de sus actos. Esto nos muestra que Satanás no quedará impune de sus actos, sino que recibirá con sus secuaces la mayor de todas las persecuciones, la destrucción en el lago de fuego y azufre. Por lo que los hijos de Dios por esta historia pueden entender que al final serán librados de aquel que tienta sus vidas. Esta lección la podemos aprender de los hechos narrados en Números 31


Si volvemos a la raíz del problema no está en las apariencias de las mujeres que van al pueblo, sino en las intenciones que tenían, que no eran otras que la de hacer que el pueblo fuese asimilado por los madianitas y adoraran a sus dioses. Esto mismo ocurre en nuestra iglesia en la actualidad, Satanás utiliza la misma metodología que utilizó con el pueblo. Lo que él quiere es que desaparezca del pueblo de Dios todo rasgo de identidad Divina del pueblo, un hecho que nos lleva a la confusión, a la mezcla y por tanto desaparición de identidad propia ( en este caso a lo que el Gobierno de ZP dice de lo del I+D+I es decir ( Identidad Divina Impecable )

En las páginas de Patriarcas y Profetas en este caso nos habla también de Balaam que fue un instigador de esta situación. Por lo que se entiende la reacción de Moisés cuando se entera de todo lo que está pasando en el pueblo, Balaam pasó de ser un profeta de Dios a ser un adversario de Dios. Esto lo podemos ver nosotros en nuestros días de aquellos que un día eran siervos de Dios y por causa del orgullo o la codicia se vuelven en contra del pueblo de Dios.

Ahora bien, que podemos aprender de todo lo ocurrido, la verdad es que Dios no juega con el plan que ha establecido, aparentemente nosotros jugamos con el plan de Dios, ahora me interesa ahora no me interesa, ahora acepto ahora no. Dios sigue su plan, lo que no consintió ni creo que consienta es que ataquen a su pueblo, que ataquen a los que fielmente han aceptado seguirle. Por otro lado vemos como comentaba también en otro momento que Dios dará a cada uno según se propuso en su corazón.

Aquí en este hecho histórico encontramos la confluencia de las intenciones por parte de las mujeres ( no seamos tontos...se vistieron con ropas para provocar, ya que su intención era esa ) y con la fragilidad de la mente de los hombres que vieron en esas provocaciones o insinuaciones una oportunidad de probar algo diferente. Por lo que no podemos exculpar a ninguna de las dos partes.

¿Es que la ropa que llevamos o los adornos que portamos, puede influir en una tendencia o en otra? pues en esta historia parece ser que sí. ¿Es que hoy se puede aplicar el mismo principio para seducir al otro? parece ser que sí, por lo que creo que la historia se repite y como esto lo sabe Satanás, pues lo utilizará hasta las últimas consecuencias, el problema es que aún hoy justificamos ciertas acciones.

Que Dios nos ayude a vivir conforme a su voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario